Muf
- 2. Marcos vivía a la orilla de la playa. Al igual que todos los muchachos de la aldea, ayudaba a su padre a escamar el pescado, a tender las redes al sol y remendarlas. Una vez terminadas sus labores, tenía libre el resto del día.
- 3. Una mañana, en cuanto se desocupó tomó su arpón, una bolsa y su visor. —Madre, me voy a bucear —dijo. —Ten cuidado, el tata Cui ha visto tiburones cerca —le aconsejó su madre
- 4. Se encaminó a la orilla, donde tenía lista su lancha. La empujó un poco y se subió. Empezó a remar hacia su lugar preferido, el arrecife, pues ahí podía encontrar peces de todos los colores y formas, erizos, cangrejos, estrellas y caballitos de mar. Al llegar lanzó el ancla.
- 5. Luego se echó al agua. El lazo del ancla no estaba bien amarrado y el oleaje lo desató. Marcos seguía a unos peces azules y amarillos y, de pronto, vio a un tiburón que nadaba directo a él.
- 6. Marcos, espantado, salió a la superficie y enorme fue su desesperación al tratar de acercarse a la lancha, pues no importaba su esfuerzo ni lo rápido que nadara, con cada ola se alejaba más. De repente sintió que un objeto rozaba sus pies.
- 7. Sorprendido, observó cómo un delfín golpeaba con su hocico al tiburón una y otra vez, hasta que lo hizo huir. Luego el delfín nadó alrededor de él. —Gracias —dijo Marcos— ; si no llegas, me come.
- 8. En respuesta el delfín emitió unos silbidos y se puso al lado de Marcos; él se agarró de la aleta de su nuevo amigo, que lo llevó muy cerca de la playa. Después, se alejó dando grandes saltos. Gracias a la ayuda de delfín, Marcos pudo contar la historia de su rescate.