Los discos duros funcionan almacenando información digital en capas magnéticas. Los nanomateriales pueden cambiar drásticamente su estado magnético con pequeños cambios de temperatura, lo que podría conducir a nuevos tipos de memoria. Los nanodiscos duros almacenan información imantando pequeñas áreas en diferentes direcciones, donde cada área representa un bit. Estos discos podrían fabricarse más pequeños y leerse más rápido.