Los navegadores web se han vuelto tan importantes como los sistemas operativos. El primer navegador fue creado por Tim Berners-Lee en el CERN en 1991. Mosaic y luego Netscape Navigator ganaron popularidad, hasta que Microsoft lanzó Internet Explorer integrado a Windows. Firefox se ha vuelto popular por ser gratuito y de código abierto, mientras que Safari, Opera y otros también tienen usuarios significativos. Los desarrolladores deben probar sitios en varios navegadores para garantizar la compatibilidad.