El documento discute la diferencia entre la anarquía como teoría política y la "pseudo-anarquía" que se refiere comúnmente al caos y desorden. Afirma que la democracia actual se parece más a la pseudo-anarquía que a la verdadera democracia. El autor argumenta que los jóvenes deben fortalecer el estado y las instituciones para crear una sociedad democrática ideal, en lugar de destruir el estado o debilitar sus instituciones.