El Neoclasicismo surge en el siglo XVIII como reacción al Barroco, favorecido por la Ilustración. Se inspira en el arte clásico griego y romano, rechazando los excesos barrocos. Promueve la sencillez, la simetría y las proporciones racionales. Las Academias de Bellas Artes difunden sus principios a través de la enseñanza académica, basada en el dibujo del modelo vivo. Artistas como Canova y Mengs se dedican a imitar las formas clásicas.