El documento discute la importancia de desarrollar la inteligencia frontal y la autodisciplina en los niños. Señala que muchas personas inteligentes cometen errores por falta de control de impulsos. También describe cómo la generación actual de niños es más inteligente pero también más frágil y propensa a distracciones, careciendo de habilidades como la inhibición y autorregulación necesarias para enfrentar el mundo actual. Finalmente, argumenta que es necesario enseñar valores y deberes a los niños, no solo satisfacer sus deseos, para formar personas