El documento relata historias de personas que creyeron burlarse de Dios y sufrieron consecuencias, incluyendo John Lennon, quien fue asesinado después de decir que Los Beatles eran más famosos que Jesucristo, y el constructor del Titanic, cuyo barco se hundió después de decir que ni Dios podría hundirlo. También cuenta la historia de una joven que murió en un accidente automovilístico después de burlarse de la madre que le pidió que Dios los acompañara. El documento concluye recordando