La oferta complementaria incluye restaurantes, bares, transporte (aéreo, terrestre, marítimo, ferroviario), establecimientos recreativos como parques temáticos y deportivos, y otros servicios como cafeterías y catering. La gastronomía y enología de una región a menudo forman parte integral de su oferta turística, con rutas culinarias que presentan platos y bebidas típicos.