La oferta pública de adquisición (OPA) permite que alguien ofrezca públicamente comprar acciones de una compañía para obtener el control. Esto puede beneficiar a los accionistas con un precio más alto por sus acciones, pero también trae incertidumbre para la administración y puede perjudicar a los empleados o acreedores. La regulación de las OPAs busca proteger a los accionistas y mantener un buen funcionamiento del mercado de control de compañías.