Este documento señala que las personas tienden a quejarse demasiado de las cosas pequeñas en sus vidas sin apreciar las grandes bendiciones que Dios les ha dado, como la salud, el amor y la capacidad de sentir empatía. Alienta a la gente a detenerse la próxima vez que se quejen y pensar en si realmente les ha faltado comida, trabajo, refugio u otras necesidades básicas, en lugar de centrarse en cosas materiales insignificantes.