Los antiguos pobladores de Paracas enterraban a sus muertos en fosas en forma de botella o en hileras amplias, donde los momificaban y colocaban en posición fetal, creyendo en la vida después de la muerte. Representaban su cosmovisión mitológica en mantos con flora y fauna, y los cirujanos realizaban la trepanación craneana reemplazando hueso con placas de metal, destacando también en la textilería con figuras de algodón.