La cultura de los Pastos se ubicó en la zona andina del departamento de Nariño en Colombia entre los siglos VIII y XVI d.C. Se dedicaban principalmente a la agricultura y la cerámica, produciendo vasijas y figuras tanto para uso cotidiano como ritual. También se destacaron en la orfebrería con técnicas como cera perdida, repujado y martillado para fabricar objetos de oro. En la actualidad, algunas comunidades indígenas reivindican sus derechos ancestrales sobre la tierra.