Este documento discute las razones por las cuales la burguesía cree en Dios a pesar del progreso científico. Argumenta que la idea de Dios surgió originalmente de las explicaciones erróneas que daban los pueblos primitivos a fenómenos como los sueños, y que la religión cristiana luego adoptó estas creencias. También señala que a diferencia de los fenómenos naturales, los fenómenos sociales no se han demostrado que sigan leyes precisas, por lo que la creencia en Dios sigue siendo ú