La Fundación Payne estudió los efectos de las películas en los niños entre 1929-1932. Analizaron el contenido de 1500 películas y sus efectos en la audiencia infantil a través de experimentos con niños. El estudio concluyó que las películas pueden influir en la conducta, emociones, actitudes, salud e información retenida de los niños, dependiendo del tipo de contenido.