El poema describe al número como una presencia omnipresente y divina que se revela en la naturaleza a través del sol, la luna, las flores y la arena del desierto.
1. El número
(José Acevedo Jiménez)
Vemos tu semblante en el Sol al amanecer y en la Luna llena
cuando oscurece.
Número trascendental de eternos dígitos, que dibuja
su silueta en una simple
flor o en la suave curva plasmada en la arena del cálido desierto. Y
es que eres
casi omnipresente; número
divino, revelado a los mortales en la
redondez de las
cosas.