Los simuladores web utilizan tecnologías de internet para simular entornos virtuales a través de un navegador, promoviendo un aprendizaje interactivo y significativo a través de imágenes, sonidos y textos. Las animaciones usan ordenadores, software y cámaras para dar sensación de movimiento. Los metaversos son entornos virtuales donde las personas interactúan social y económicamente a través de avatares, siguiendo ciertas leyes de física y con persistencia aunque no haya usuarios conectados.