Las praderas templadas son ecosistemas dominados por gramíneas y caracterizados por un clima templado con grandes variaciones estacionales. Históricamente, estas praderas cubrían extensas áreas del hemisferio norte y sur, y a pesar de su alta biodiversidad, han sido alteradas significativamente por la actividad humana, convirtiéndose en importantes zonas de producción agrícola. La futura conservación de estas praderas es incierta debido a la continua degradación y pérdida de hábitat.