La moneda oficial de la República Checa es la corona checa. Praga representa alrededor del 25% del PIB checo a pesar de que su crecimiento económico ha sido menor que el promedio nacional desde 2001. Praga se ha desarrollado desde el siglo IX pero sufrió durante las guerras mundiales y la dictadura nazi, aunque después de la Revolución de Terciopelo se ha ido adaptando a la economía de mercado.