El documento clasifica las lenguas de acuerdo a su morfología y genealogía. Describe las principales familias lingüísticas como la indoeuropea, que incluye ramas como la germánica, la itálica y la celta. Se enfoca en las lenguas romances como resultado de la evolución del latín vulgar, mencionando algunas como el francés, italiano, portugués, catalán y castellano. Explica que el castellano incorporó elementos de lenguas como el latín, vascuence, árabe e idiomas