La Navidad es presentada como una celebración del encuentro y del amor, simbolizando cómo Dios se acerca a la humanidad al hacerse hombre. El autor reflexiona sobre el nacimiento de Jesús en un pesebre y la vergüenza de la falta de espacio en Belén, invitando a una meditación sobre la propia vida de las personas. Este evento resalta la importancia de abrirse a la presencia divina en medio de las limitaciones humanas.