Rogers y Freire comparten tres puntos principales en sus enfoques educativos: 1) Ven al ser humano como un sujeto con capacidad de pensamiento y sentimiento, no como un objeto; 2) Creen que el ser humano es sociable por naturaleza y capaz de transformarse a sí mismo; 3) Consideran que el diálogo es la herramienta fundamental para la liberación y desarrollo de la persona. Ambos rechazan ver al estudiante como un recipiente pasivo de información.