La economía analiza la relación entre recursos limitados y necesidades ilimitadas. La obsolescencia planificada se ha convertido en la base de la economía moderna para maximizar beneficios a pesar de las consecuencias ambientales, ya que los fabricantes reducen la vida útil de los productos para incentivar el consumo continuo sin considerar los límites de los recursos de la Tierra o las necesidades de generaciones futuras.