El poema expresa el profundo dolor de una madre por la repentina muerte de su hija Judy. Recuerda con cariño la fuerza de voluntad de Judy para aferrarse a la vida, pero que finalmente Dios la llamó a su lado. Aunque la madre sufre por su ausencia y desea abrazarla, sabe que Judy ahora está en el cielo junto a Dios, y espera pacientemente el día en que se reencontrarán para estar juntas para siempre.