La ontología griega exploró las primeras preguntas sobre el origen y la naturaleza del cosmos. Los primeros filósofos griegos propusieron diferentes principios para explicar el arjé o principio originario de todas las cosas, como el agua, el aire o el Apeirón. Platón luego contradijo estas teorías al dividir la realidad en dos esferas: el mundo inteligible de las ideas eternas e inmutables, y el mundo sensible de lo material y cambiante que es una sombra de las ideas.