La Revolución Educativa en la República Dominicana supuso la extensión de la jornada escolar y beneficios como programas de alimentación y salud para los estudiantes, así como la construcción y mantenimiento de escuelas. Estas medidas han permitido que asistan 30% más niños y niñas a la escuela. En 2014, el gobierno y la sociedad firmaron un pacto para asegurar esta conquista educativa.