La biomasa, especialmente los pellets forestales, puede proporcionar una alternativa energética renovable para la climatización y producción eléctrica en servicios públicos a través de la tecnología de absorción y el ciclo orgánico de Rankine. La biomasa permite obtener calor y frío de manera sostenible para las instalaciones y generar electricidad renovable, a la vez que apoya el desarrollo local y tiene bajas emisiones de carbono.