En Panamá, los grupos sociales participan activamente pero carecen de espacios adecuados para plantear sus necesidades y legislación que los respalde. Esto genera descontento y problemas que alcanzan niveles altos antes de que se planteen soluciones. Además, la falta de credibilidad en las instituciones y respuestas débiles dificultan alcanzar resultados esperados. Los principales temas son proyectos hidroeléctricos, minería, condiciones laborales, agua y seguridad.