La web 1.0 permitía a los usuarios interactuar solo con contenido creado previamente por otros, sin posibilidad de actualizarlo. La web 2.0 desde 2013 permite a los usuarios publicar información y contribuir en redes sociales de forma colaborativa. La web 3.0 ofrece información relevante al usuario a través de recomendaciones y optimización en redes sociales. La web 4.0 facilita la investigación con un sistema operativo rápido.