El documento aborda el concepto de racionalidad acotada y su aplicación en la toma de decisiones humanas, argumentando que los valores funcionan como filtros informativos que afectan tanto la percepción del entorno como la elección entre alternativas. Se plantea que la maximización de la utilidad esperada y el razonamiento son procesos distintos y que la comunicación humana requiere una vigilancia epistémica para evaluar la validez de la información. Se sugiere que los modelos de agentes acotados en el análisis del discurso argumentativo ayudan a comprender la argumentación como un proceso de búsqueda de información fiable más allá de las simples leyes lógicas.