El hooliganismo, que comenzó a finales del siglo XIX con Edward Hooligan, ha llevado a numerosas tragedias en el fútbol, como las de Heysel y Hillsborough. Este fenómeno social, caracterizado por la violencia y la ideología extremista de grupos de aficionados, también está presente en Colombia a través de las barras bravas. Estas manifestaciones de violencia y lealtad a los equipos muestran la compleja relación entre la pasión futbolística y la agresión en el contexto social.