Dar seguimiento a los clientes es esencial para mantener el negocio. Esto implica agradecer las compras, conocer las necesidades de los clientes contactándolos periódicamente, y ofrecerles novedades de la empresa. Algunas claves son establecer expectativas claras, enfocarse en el servicio postventa, prevenir problemas recurrentes, recordar datos personales de los clientes, y mantener un contacto personalizado y periódico.