Los griegos adoptaron el alfabeto fenicio en el siglo IX a.C. a través de sus contactos comerciales con los fenicios. Adaptaron el alfabeto fenicio para incluir vocales, lo que facilitó la lectura y evitó ambigüedades. Aplicaron el alfabeto griego a todos los campos de la actividad humana, permitiendo el desarrollo de la literatura, la ciencia y las artes.