La comunicación educativa, reconocida por la UNESCO en 1972, se define como un proceso interactivo entre profesores y estudiantes que busca optimizar el aprendizaje y crear un clima psicológico favorable. Este concepto se extiende a diversas áreas sociales y no se limita solo a la educación formal, abarcando intercambios de información tanto presenciales como mediadas por tecnología. La comunicación educativa, según diferentes autores, implica una intencionalidad educativa en la interacción humana, donde se transmiten y recrean significados.