La estrategia del océano azul busca crear nuevos espacios de mercado, evitando la competencia en mercados saturados, mientras que la estrategia del océano rojo se centra en competir en mercados existentes. Esta propuesta implica la innovación de valor, eliminando factores de costo y creando elementos no ofrecidos por la industria actual. Además, se destaca que el proceso de creación de un océano azul es dinámico y presenta amplias oportunidades de crecimiento rentable.