El documento describe cómo los niños aprenden mejor a través de experiencias vividas, compartidas e interiorizadas que involucran sentimientos, acciones e interpretaciones, en lugar de solo a través de libros. Los educadores deben planificar actividades adaptadas a la edad de los estudiantes que estimulen un aprendizaje basado en la observación, manipulación y experiencias en el entorno inmediato del niño.