Este documento es el pregón de las fiestas patronales de Briviesca pronunciado por Soledad Núñez Ramos. En él, expresa su orgullo por sus lazos familiares con Briviesca a través de su abuelo y otros parientes. También alaba las características de la ciudad como su ubicación rodeada de campos y montes, su diseño urbano ortogonal que data del siglo XIV, y su encanto derivado de elementos como los gigantes, cabezudos y el templete de música de la plaza mayor.