Este proyecto propone la creación de un huerto escolar de marzo a junio para que los niños aprendan sobre el crecimiento de las plantas y el proceso agrícola a través de la siembra de espinacas. El objetivo es acercar a los estudiantes a las labores del campo y fomentar el respeto por la naturaleza, además de motivarlos a comer verduras ya que ellos mismos las plantarán y cosecharán.