Una aplicación web permite que los usuarios accedan a aplicaciones a través de un navegador web. Originalmente, las páginas web eran estáticas, pero evolucionaron para incluir contenido dinámico generado desde bases de datos, permitiendo la creación de aplicaciones web. Las aplicaciones web típicamente funcionan mediante un modelo de tres niveles donde el usuario interactúa a través de un navegador, la lógica se ejecuta en el servidor, y los datos se almacenan en una base de datos.