Los autores compararon el rendimiento de Python frente a C en diversas tareas como multiplicar números, procesar grandes cantidades de datos y manipular matrices. Concluyeron que C es más rápido que Python cuando se aprovechan al máximo las capacidades del procesador y se minimiza el uso de memoria dinámica. Sin embargo, Python puede ser tan rápido como C si se optimizan los algoritmos para tales tareas y no se fuerza aprovechar al máximo el hardware. La optimización prematura no siempre justifica el mayor esfuerzo de programación en C.