El documento explora las respuestas que Jesús recibió cuando preguntó a sus discípulos y a la gente quién decían que era. Algunos decían que era Juan el Bautista, Elías o uno de los profetas. Cuando preguntó a sus discípulos, Pedro respondió que era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. El documento argumenta que estas frases se referían a Jesús como el Mesías escogido de Dios, no como una deidad.