El rectángulo se aburría estando solo, así que decidió salir de paseo para encontrar amigos. Se transformó en varias formas como montaña, túnel y pato, conociendo así a otros patos. Luego se convirtió en pájaro para volar a lugares cálidos. Finalmente se transformó en rana para saltar en charcos. Cansado de tantas aventuras, el rectángulo decidió descansar hasta su próxima transformación.