Resumen Lección 6 - Escuela Sabática - Segundo trimestre 2014
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El documento discute el papel de la ley en relación con el pecado y la salvación. Explica que la ley define el pecado pero no puede perdonarlo ni hacer justo al pecador. Solo Jesús, al hacerse maldición en la cruz, puede liberarnos de la condenación de la ley. Aunque Jesús no anuló la ley, vivir bajo su gracia es diferente a vivir bajo la ley, porque la muerte de Cristo nos libera del dominio del pecado y la ley para que podamos comenzar una nueva unión con él
Resumen Lección 6 - Escuela Sabática - Segundo trimestre 2014
- 1. A LO QUE LA LEY PUEDE HACER. Romanos 7:7. La ley define qué es pecado. Al mostrarnos nuestro pecado, la ley puede condenarnos. La ley nos muestra el pecado y el pecado produce la muerte. Romanos 6:23. B LO QUE LA LEY NO PUEDE HACER. Hechos 13:39. La ley no puede perdonarlo de ninguna manera. La ley no puede hacer justo al pecador. Por esta razón, Dios ideó un plan para salvar al hombre de su pecado: la muerte de Jesús. Romanos 8:3. C LA MALDICIÓN DE LA LEY. Gálatas 3:13. Todos nosotros estamos bajo la maldición de la ley. Romanos 3:23. Solo Jesús, al hacerse maldición, puede liberarnos de la maldición de la ley. 1ª de Corintios 15:57. ¿Qué relación hay, pues, entre Cristo y la ley? ¿Anuló Jesús la ley para que pudiésemos obtener la victoria sobre el pecado? D CRISTO Y LA LEY Pablo intenta explicar la diferencia entre vivir bajo la ley y vivir bajo la gracia (Romanos 6:14) usando tres ejemplos: el bautismo (Romanos 6:1-8), la esclavitud (Romanos 6:16-23) y la relación matrimonial (Romanos 7:1-6) — Así como la muerte libera a la esposa de las obligaciones que impone la ley del casamiento, así también la crucifixión (o muerte) del cristiano con Cristo lo libera del dominio del pecado y de la ley. Entonces puede comenzar una nueva unión espiritual con el Salvador resucitado. Romanos 8:1-2 dice que “la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. — La misma ley que era para mí muerte cuando andaba “según la carne” (Romanos 8:8), es ahora “ley del Espíritu de vida” porque ando “según el Espíritu” (Romanos 8:9) “Cuando el Espíritu de Dios le revela al hombre todo el significado de la ley, se efectúa un cambio en el corazón” (E.G.W. Mensajes selectos, tomo 1, pg. 249)