La Revolución Francesa fue un período de conflicto social y político en Francia entre 1789 y 1799 que terminó con el antiguo régimen monárquico. Fue causado por la incapacidad de la nobleza y el clero para gobernar, los excesivos impuestos sobre los campesinos y la influencia de las ideas de la ilustración. Un punto de inflexión fue la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, que marcó el fin simbólico del antiguo régimen.