La información es un bien que requiere protección jurídica debido a los derechos y obligaciones asociados con ella. La información pertenece originalmente a su creador y está protegida como propiedad intelectual. Una vez creada, la información puede ser objeto de contratos y procesos que requieren control legal. Los datos personales almacenados en computadoras facilitan su recopilación y concentración, por lo que requieren protección jurídica específica.