Saulo nació en Tarso y fue educado en Jerusalén bajo Gamaliel. Era fariseo y perseguía a los cristianos, pero tuvo una visión de Jesús que lo convenció de la verdad del cristianismo. Pasó tres días ciego orando y meditando antes de ser bautizado. Luego predicó ardientemente que Jesús era el Hijo de Dios, para asombro de todos.