El documento presenta la historia de Rummie Quintero, una bailarina y activista venezolana que nació varón pero se identificó como mujer desde los 4 años. A pesar de enfrentar discriminación y burlas durante su infancia y adolescencia, encontró en la danza una forma de expresión que la ayudó a construir su identidad como mujer. Actualmente dirige una academia de danza comunitaria en Catia y una organización que promueve la inclusión de la diversidad sexual.