La leyenda de Sant Jordi narra cómo este caballero valiente se enfrenta a un monstruo aterrador que aterrorizaba a Montblanc, ofreciendo a la princesa como sacrificio. Tras salvarla al vencer al dragón, brota un rosal del lugar donde cayó, simbolizando su amor con una rosa roja. Esta historia da origen a la tradición del 23 de abril, donde los enamorados se intercambian rosas y libros.