El sarampión es una infección viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños y se manifiesta con tos, fiebre y un exantema maculopapular. La epidemiología mundial muestra una alta morbimortalidad, y en México ha habido un control significativo desde 1995, aunque el virus sigue siendo un riesgo en poblaciones no inmunizadas. La prevención se logra mediante la vacunación con cepas atenuadas y el tratamiento incluye la administración de vitamina A y el manejo de complicaciones.