Este documento describe las características de un profesor ejemplar a través de una serie de afirmaciones que comienzan con "Bienaventurado el profesor que...". Entre estas características se encuentran insistir en su tarea a pesar de no ser entendido inicialmente, confiar en las posibilidades de los alumnos, actualizarse continuamente, involucrarse completamente en su labor docente con valores y capacidades, y educar a los estudiantes para que vivan volcados al bien de los demás.