Entre 1830 y 1880, Chile experimentó un fuerte crecimiento económico impulsado por la inserción en la economía mundial a través de la exportación de materias primas y la importación de manufacturas. Esto permitió el surgimiento de una nueva élite empresarial dedicada a la minería, industria, comercio y banca, reemplazando a la tradicional élite terrateniente y mercantil. Los empresarios lideraron la modernización de Chile a través de la creación de infraestructura como ferrocarriles, puertos y banc